Originalmente, el término «Grand Slam» sólo se utilizaba para dos deportes, el golf y el tenis. La palabra procede del Whist, un antiguo juego de cartas que evolucionó hasta convertirse en el bridge y que se hizo tan popular en el mundo anglosajón.
En este juego, un jugador puede ganar todas las bazas (un Grand Slam) o sólo doce bazas (un Minor Slam). El término Grand Slam se utilizó por primera vez en el golf para referirse a los cuatro grandes torneos ganados por el golfista Bobby Jones en 1930 (dos en Estados Unidos y dos en Inglaterra).
En 1933, tras ganar tres títulos consecutivos del Abierto de Australia, el tenista australiano Jack Crawford decidió viajar a Europa con el apoyo de la Federación Australiana de Tenis.
Derrotó de forma memorable a la estrella local Henri Cochet en las finales de Roland Garros (8-6, 6-1, 6-3) y Wimbledon (4-6, 11-9, 6-2, 2-6, 6-4). A pesar de no querer jugar en el US Open por agotamiento físico y mental, no tuvo más remedio que disputar el último Grand Slam del año y llegó a la final.
Sin embargo, perdió ante Fred Perry por 6-3, 11-13, 4-6, 6-0 y 6-1. En aquel momento, el periodista del New York Times John Kieran dijo que tal hazaña se asemejaba a ganar el tenis en lugar del bridge como Grand Slam, en vista de la desafortunada posibilidad de que Jack Crawford ganara los cuatro torneos.
Se utiliza en el rugby europeo desde 1957 para indicar que un país ha ganado todos sus partidos en el «Cinco Naciones», y luego en el «Seis Naciones».
Jack Crawford, por supuesto, nunca se planteó la posibilidad de lograr tal hazaña, pero su semilla dejó su huella en un joven muchacho, Don Budge, que cinco años después, en la cúspide de su carrera, planificó cuidadosamente su entrenamiento y su calendario con el objetivo de ganar los cuatro Grand Slams antes de atreverse a convertirse en profesional, algo que sólo le confesó a su compañero de dobles, Gene Marko.
Don Budge ganó los cuatro títulos y se convirtió en el primer tenista en ganar un Grand Slam cuando venció a su amigo Gene Marko en la final del US Open, un impacto inimaginable cuando el mundo estaba en estado de tensión antes de la Segunda Guerra Mundial.
Esta hazaña la consiguieron posteriormente en individuales sólo otros cuatro, que junto a Budge formaron el club más exclusivo del tenis: / Don Budge (1938) / Maureen Connolly (1953) / Rod Laver (1962 y 1969): el único tenista que logró la hazaña en dos versiones, una como amateur y otra como profesional / Margaret Court (1970) / Steffi Graf (1988). En cualquier caso, lo que hace que esta lista sea tan exclusiva no es sólo la enorme dificultad, el talento e incluso la suerte que se requiere para ganar los cuatro grandes torneos en el mismo año, sino también una de las mayores injusticias de la historia de este deporte: durante décadas, sólo los jugadores no profesionales o amateurs podían disputar los cuatro grandes.